Miguel Ángel Esparza Torres & Elena Battaner Moro
La Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (BICRES V) (1861-1899)
1. Introducción
Con la publicación del tomo V de la Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (1861-1899) [BICRES], y gracias a la ayuda de la Secretaría de Estado de Investigación del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad del Gobierno de España, entidad responsable de la financiación del proyecto (ref. FFI2012-35364), ha sido posible llevar a buen puerto el plan de investigación que hace ya muchos años se propuso el profesor Hans-J. Niederehe.
La elaboración de esta bibliografía cronológica, más que un proyecto, constituía en la mente de su autor todo un plan de investigación a largo plazo que nacía como consecuencia de un modo renovado de plantear la investigación en la historia de la lengua española.
En este breve escrito nos referiremos, en primer lugar y sucintamente, a la historia de este plan de investigación y a qué tiene que ver con el desarrollo de la historiografía lingüística. En segundo lugar, después de exponer brevemente lo que es común a este tomo y a los anteriores, querríamos comentar algunas peculiaridades del tomo V de la Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español.
2. La historia de BICRES: de una nueva forma de abordar la historia del español a la historiografía lingüística
En 1966 presentó Hans-J. Niederehe su tesis doctoral en la Universidad de Hamburgo. Su investigación se titulaba Straße und Weg in der galloromanischen Toponomastik y se publicó en 1967. La obra se reseñó enseguida en castellano, en 1968. Nos dice el reseñante:
Esta obra, que se ocupa de "carreteras y caminos en la toponimia galorromana", estudia las designaciones […] que se daban a las carreteras romanas, así como las formas que las continúan o las creaciones posteriores plasmadas conforme a su modelo, y sus reflejos en la toponimia, en los nombres de lugares o de comarcas. […] El libro es muy acertado y fue elaborado con verdadero sentido crítico. Combina los métodos históricos y geográficos de la lexicología con el método de 'cosas y palabras' y llega a interesantes e importantes resultados... (Revista del Instituto Caro y Cuervo nº 23-1, 105-107.)
En 1973 defendió el Prof. Niederehe su trabajo de habilitación con el título Die Sprachauffassung Alfons des Weisen. Studien zur Sprach- und Wissenschaftsgeschichte. La obra se publicó en 1975. Como en el caso anterior, al año siguiente ya se había reseñado en español y se señala con precisión el objetivo del libro: "La investigación del modo como Alfonso el Sabio entendía la lengua y su práctica para poder determinar en qué consistió su acción histórica sobre el castellano".
Niederehe trata muchos temas en su libro sobre el rey Alfonso: la naturaleza de la lengua como vehículo de comunicación de conocimientos; la elección del castellano por motivos prácticos para el desarrollo de su obra; la claridad como núcleo del criterio normativo de Alfonso; el papel del Rey Sabio como impulsor de trabajos colectivos y un largo etcétera. La obra se tradujo al español en 1987 bajo el título Alfonso X el Sabio y la lingüística de su tiempo.
Entre los dos títulos que hemos comentado hay una diferencia esencial en la que me quiero detener. Mientras que en la primera de las publicaciones que he citado, la agudeza del investigador destaca en el marco de una metodología más bien tradicional, en el segundo caso nos encontramos con un planteamiento que supuso entonces un enfoque nuevo y distinto. Este enfoque puede resumirse con el siguiente enunciado: "una determinada concepción de la lengua influye en la praxis lingüística y pone en marcha ciertos cambios".
Este enunciado, aparentemente sencillo, desencadena, sin embargo, todo un nuevo programa de investigación que se desvía del camino trazado por las metodologías hasta entonces imperantes. La historia de la lengua se transforma en una disciplina distinta, con nuevos objetivos, nuevos problemas y nuevos métodos. Comprender la historia de una lengua exige ahora entender las distintas concepciones históricas del idioma. Y para entender estas concepciones es necesario investigar de un modo exhaustivo los materiales en los que la lengua adquiere el papel de lengua objeto o de metalengua en el marco de una reflexión sobre el lenguaje o la lengua.
El proyecto del Prof. Niederehe es un programa de trabajo que reorienta la investigación histórica sobre el español hacia el estudio de las ideas lingüísticas, hacia la concepción del lenguaje y de la lengua que, en cada momento histórico, se pone de manifiesto en una comunidad lingüística.
La primera tarea, claro está, es delimitar con claridad el corpus completo de materiales, tan rico como extenso y diverso, que ha de nutrir la investigación desde este renovado punto de vista.
Una breve publicación en una revista hoy prestigiosísima, entonces casi recién fundada, Historiographia Linguistica, da testimonio de que el Prof. Niederehe se puso manos a la obra en seguida, en 1979. Así se titula el artículo que encontramos en el número de la revista de ese año: "Bibliografía cronológica de la historia, de la gramática y de la lexicografía del español (BICRES). Notificación de un proyecto".
En ese sentido se entiende aquí "lingüística": ideas sobre el lenguaje, sobre las lenguas y, sobre todo, sobre la propia lengua. Ideas, planteamientos generales, concepciones que se plasman en gramáticas, repertorios lexicográficos, manuales de estilo y obras de otros tipos. En su gestación y desarrollo histórico, "lingüística" no son solo teorías lingüísticas o gramaticales, en el sentido de amagos arcaicos de desarrollos de un saber planteados de un modo más o menos general y formalizable. Son las concepciones sobre el lenguaje, vistas en el contexto histórico y cultural en el que esas ideas, teorías y realizaciones toman cuerpo. Todas esas concepciones y el modo en el que las ideas sobre la propia lengua la transforman en el tiempo configuran el nuevo campo de investigación.
Son, en fin, fuentes de la investigación todos los materiales en los que el español es lengua objeto o metalengua. Y surge así con toda su fuerza la enorme dimensión geográfica de la lengua española: su papel histórico de lingua franca en la Península, primero, y después en Europa, en América y en Filipinas. Una lengua que crece por dentro y por fuera, al mismo tiempo que por la acción de compatriotas y amantes de nuestra lengua, diseminados por todo el mundo, sirve como instrumento para la descripción de otras muchas lenguas que, paradójicamente, deben a lingüistas del español su primera codificación y, en algunos casos, más que probablemente, su pervivencia hoy.
Es verdad que no es este el único camino por el que la historiografía lingüística se configura como disciplina en el panorama actual de investigación y delimita sus tareas (Esparza 1997). Es solo uno de los puntos de vista, una de las corrientes que confluyen en el proceso de configuración. Pero este es el programa de investigación que el Prof. Niederehe propone y desarrolla de manera paciente, sistemática, cooperativa y fructífera a partir de finales de los años setenta y primeros de los ochenta.
Por eso emprendió la empresa de reunir los datos ofrecidos en los estudios historiográficos modernos con los que brindó en su tiempo el Conde de la Viñaza, autor de la Biblioteca histórica de la Filología Castellana, y de describir, del modo más completo y fidedigno posible, los manuscritos, libros y estudios de índole lingüística en los que el español aparece como lengua objeto de la descripción lingüística o como metalengua. Y los resultados de esta investigación han sido aprovechados por el conjunto de los investigadores que, aunque sea desde otras perspectivas, han hecho suyo el punto de vista histórico como método de trabajo.
Para ello, además de la investigación bibliográfica propiamente dicha, unida a la delimitación de los materiales, tuvo que diseñar los procedimientos informáticos necesarios para tratar y almacenar la información, en unos años en los que el ordenador de su Universidad de Tréveris no era precisamente un equipo portátil, sino todo un edificio.
El esfuerzo de veintitantos años de trabajo fue dando su fruto editorial a partir de 1995, con la publicación de BICRES I, desde los principios hasta el año 1600. Siguieron BICRES II, desde 1601 hasta el año 1700, en 1999, y BICRES III, desde 1701 hasta el año 1800, en 2005. Entre los tres tomos suman 3810 registros de bibliografía primaria.
Más adelante, investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos hemos tenido el honor de ayudarle a poner punto final a su trabajo, con la publicación, en 2012 y 2015, de dos nuevos volúmenes, BICRES IV y BICRES V, que recogen la producción lingüística del siglo XIX. BICRES I contiene 985 registros; BICRES II, 1275; BICRES III, 1550; y, finalmente, BICRES IV, ofrece información acerca de 3279 obras. BICRES V abarca la lingüística española desde 1861 hasta 1899 inclusive y describe 5272 obras, de las que han podido inspeccionarse personalmente casi un 50%.
3. BICRES V: aspectos técnicos
3.1 La base de datos y la ficha bibliográfica
BICRES V se ha elaborado de acuerdo con el mismo criterio que BICRES IV. En este sentido, lo que vamos a explicar aquí es lo mismo que ya se expuso en Esparza 2012. La base de datos BICRES adopta para la presentación de la información bibliográfica la estructura elaborada por el Prof. Niederehe para los anteriores volúmenes, con ligeros cambios de diseño. El Prof. Niederehe ha colaborado con nosotros desde que, de acuerdo con él, planeamos continuar este trabajo de la única manera que era posible, es decir: trabajando en equipo.
La única particularidad es la adaptación de la base al trabajo online para facilitar la investigación simultánea de los miembros del equipo en las distintas bibliotecas. Los investigadores se conectan a una dirección IP que da acceso a los archivos de BICRES (Bicres, Autores, Editorial) y pueden trabajar en modo remoto, bien sirviéndose de la aplicación FileMaker, bien de un navegador cualquiera. Las tres presentaciones que ofrece la base de datos son InfoLibro, InfoContenido e InfoImpresión.
La ficha bibliográfica hace una distinción sistemática entre ‘cita’ y ‘comentario’; la cita transcribe el texto que aparece en la portada del libro (aquí ya no hay colofón que transcribir, como en los anteriores volúmenes); el resto constituye el comentario.
El texto de la portada se cita en su totalidad, por lo que es necesario inspeccionar la obra —aunque ello no es posible en todos los casos—; solo se omiten los elementos gráficos (orlas, viñetas, marcas de impresor, etc.). En cualquier caso, esta omisión queda recogida en un comentario ofrecido entre ángulos (‹ ›). Para la transcripción (es decir, la ‘cita’), debido a diferentes motivos técnicos, se usa una única una caja de imprenta, a la que se reduce toda la diversidad de caracteres empleados por el impresor o impresores del libro descrito.
Para otras especificidades tipográficas (uso de ‘ß’ o ‘&’, uso de mayúsculas, por ejemplo) se sigue el criterio empleado en la publicación de las anteriores entregas de BICRES.
El resto del artículo bibliográfico, como he dicho, constituye el ‘comentario’, de modo que el nombre del autor, el lugar de publicación, la editorial (o el impresor) y otros datos relevantes se indican de forma estandarizada y, en consecuencia, mejor adaptada a un tratamiento informatizado. Lo mismo sucede con el tratamiento de las obras anónimas, de la foliación (en su caso), de la fuente bibliográfica y del paradero.
Todos los artículos bibliográficos llevan un número identificador o de registro. Irá indicado al final del comentario, precedido de la palabra clave “NumId”, que es el que nos permite identificar el registro en la base de datos.
3.2 Localización y control de registros
Los registros que almacenaba al comienzo del proyecto nuestra base de datos procedían de las referencias extraídas de la Biblioteca histórica de Viñaza, de las obras citadas en los estudios reseñados en la Bibliografía Temática de Historiografía Lingüística Española y de otras bibliografías recientes.
Con ese material inicial, hemos procedido al examen exhaustivo de catálogos colectivos (CCPB, Rebiun, WorldCat) y, sobre todo, de los catálogos de muchísimas bibliotecas de todo el mundo hasta que hemos podido dar con un paradero “razonable” (o sea, que realmente se pueda consultar) de la mayoría de las ediciones que teníamos registradas. De esta manera, al mismo tiempo que íbamos completando las informaciones que ya teníamos, hemos podido ir añadiendo, poco a poco, nuevas fichas de los mismos autores y de otros muchos, a medida que nos íbamos topando con autores, obras o ediciones que no constaban en nuestro fichero.
El acopio de informaciones bibliográficas extraídas de catálogos de bibliotecas, catálogos colectivos y bibliografías, sin la posibilidad de controlar los ejemplares, tiene como consecuencia inevitable la aparición de duplicidades (o “multiplicidades”) que pueden provocar, si no se detectan, auténticos fantasmas bibliográficos. Por otra parte, si se es demasiado ligero a la hora de eliminar posibles duplicidades y desechar fichas bibliográficas, solo por la mera sospecha, es fácil eliminar ediciones que sí existieron.
En definitiva, a veces estos problemas solo pueden resolverse con la inspección personal de una cantidad notable de libros. Nuestro trabajo de control de los ejemplares se ha centrado en las siguientes bibliotecas: Biblioteca Nacional de España, Bibliothèque Nationale de France, Biblioteca de la Real Academia Española, Biblioteca de Cataluña, Biblioteca Pública Episcopal del Seminario de Barcelona, British Library, Bodleian Library, Herzog August Bibliothek, Bayerische Staatsbibliothek, Biblioteca de la UniverSidad Complutense de Madrid y Biblioteca de la Universidad de Santiago de Compostela. Hay algunas otras bibliotecas que también hemos consultado, pero ha sido el examen de los ejemplares guardados en las antes citadas lo que ha supuesto un importante salto cualitativo en el porcentaje de control de los materiales contenidos en nuestra base de datos.
3.3 Procedimiento de control
La única y necesaria novedad en el caso del cuarto tomo de BICRES es que los investigadores han trabajado siempre conectándose vía web o vía fmnet a los mismos archivos (nuestras bases de datos), alojados en un servidor que físicamente se halla en el Departamento de Ciencias de la Educación, el Lenguaje, la Cultura y las Artes de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Otra copia de control ha estado funcionando durante todo este tiempo en Tréveris. Gracias a este procedimiento, con un control doble sobre cada estado de la base de datos a medida que avanzaba la investigación, se ha intentado también moderar las lógicas diferencias en el modo de trabajar de cada uno de los investigadores que han intervenido en este proyecto, con el fin de que el nuevo volumen conservase el mismo estilo que ha caracterizado a las distintas entregas de BICRES.
3.4 Exportación de datos
La base de datos que hemos construido, con la programación adecuada, genera de manera prácticamente automática el layout final de imprenta. Para ello se exporta un cálculo cuyo resultado es texto con marcas de formato. A través de procedimientos estandarizados de búsqueda y reemplazo ejecutables en programas de tratamiento de textos se obtiene ese layout final.
4. Algunas peculiaridades de BICRES V
4.1 La Bibliografía I
Resumimos, solo en un par de líneas, cuáles han sido las cifras en el momento en que pusimos punto final al proyecto. Porque a través de las cifras se explica una pequeña diferencia entre las dos bibliografías.
Nuestra base de datos contiene 5280 referencias bibliográficas que corresponden a otras tantas ediciones del periodo objeto de estudio, 1861-1899. De estas, hemos podido inspeccionar personalmente 2300, es decir, cerca del 45% de las ediciones. En BICRES IV nuestro porcentaje de control alcanzaba el 70%. Esto se debe al trabajo de recopilación y organización de fichas que ha habido que realizar, pues el número total de registros supera en casi 2000 al que ofrece BICRES IV. El aumento de la producción editorial en el periodo es más que notable
Como es obvio, en el trabajo realizado para alcanzar esa cifra, ha sido necesario comprobar miles de referencias bibliográficas y ver centenares de ediciones. Sabíamos de sobra que comprobar todo personalmente nos iba a resultar imposible por motivos evidentes, no solo de tiempo o económicos, sino, porque, en muchos casos, no es posible llegar a averiguar el paradero de algunas de las obras que tenemos registradas. Y no hace falta decir que sabemos que existieron obras de las que no tenemos hoy por desgracia información o, al menos, nosotros, desde aquí, no hemos podido descubrir nada sobre ellas.
A lo largo de estos años, muchas veces nos hemos encontrado con informaciones duplicadas que ha sido necesario unificar y, por el contrario, con obras que constaban como idénticas pero que, en realidad, resultaron ser diferentes. No pocas obras que aparentemente interesaban, una vez examinadas, fueron descartadas por carecer de interés para nuestros objetivos. En los casos de obras de varios volúmenes, con frecuencia, un solo título ha consumido el trabajo de un día entero.
Una pregunta que uno podría plantearse es por qué la bibliografía no termina en 1900 en vez de en 1899. La respuesta no tiene que ver solo con la fecha como hito que marca del cambio de siglo, sino con una práctica muy curiosa. En los catálogos de muchas bibliotecas la fecha 1900 sirve de cajón de sastre para datar de manera aproximada obras de comienzos del XX —a veces de finales del XIX— editadas sin fecha. Nosotros nos hemos centrado en rescatar algunas ediciones que hemos podido datar en los años anteriores, pero no teníamos tiempo para enfrentarnos con el conjunto de obras fechas en 1900 y que son de hasta 30 después de esa fecha.
4.2 La Bibliografía II
En ninguno de los tomos anteriores de BICRES la Bibliografía II, que recoge las fuentes bibliográficas consultadas, tenía el objetivo de ofrecer un elenco bibliográfico completo de las publicaciones relevantes para el estudio de los títulos incorporados a la Bibliografía cronológica.
Pues bien, en el caso de este tomo, hay que tener en cuenta este hecho con más motivo. Por razones prácticas y de procedimiento hemos sido extraordinariamente parcos en el número de informaciones introducidas en el apartado "fuente bibliográfica" en la elaboración de este nuevo tomo de BICRES.
Las razones prácticas tienen que ver, ante todo, con la conveniencia editorial de que todo el material bibliográfico correspondiente al período 1861-1899 pudiera presentarse en un solo volumen.
Las razones de procedimiento remiten a la conveniencia de prestar mayor atención al estudio de tantos catálogos informatizados de bibliotecas y centros de investigación, cada vez más numerosos y mejor hechos, que antes no existían o no se podían consultar adecuadamente y ahora, sin embargo, sí.
Nuestras fuentes bibliográficas principales han sido, por lo general, esos catálogos, de los que hemos ido extrayendo información una y otra vez, para compararla con la de otros en una labor de escrutinio que no ha terminado hasta el momento de elaborar el layout definitivo de esta nueva entrega de BICRES. En este sentido, BICRES V sí que es algo diferente de los anteriores tomos, especialmente, de los tres primeros.
En definitiva, las pocas referencias bibliográficas citadas en la Bibliografía II ni son todas las que hemos empleado para nuestra investigación ni son, en absoluto, las que convendrían para estudiar muchas de las obras citadas, sino solo las que inexcusablemente debían quedar citadas, porque hay referencia a ellas en el apartado fuente bibliográfica de la Bibliografía I.
Nadie debe pensar que nosotros consideramos que esas fuentes hacen justicia a la investigación realizada en la lingüística española del XIX. Ha sido solo una manera de conseguir lo imposible: reunir todo el material en un único volumen, manteniendo los índices en su integridad, porque son absolutamente. necesarios.
5. Los centros de producción editorial
El aumento de la producción editorial se puede comparar con los resultados de unas calas en los centros de producción. Si nos fijamos en España y añadimos los resultados de dos grandes focos del periodo 1801-1860 (París y Londres) obtenemos estos resultados:
Haz clic aquí para editar.
La Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (BICRES V) (1861-1899)
1. Introducción
Con la publicación del tomo V de la Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (1861-1899) [BICRES], y gracias a la ayuda de la Secretaría de Estado de Investigación del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad del Gobierno de España, entidad responsable de la financiación del proyecto (ref. FFI2012-35364), ha sido posible llevar a buen puerto el plan de investigación que hace ya muchos años se propuso el profesor Hans-J. Niederehe.
La elaboración de esta bibliografía cronológica, más que un proyecto, constituía en la mente de su autor todo un plan de investigación a largo plazo que nacía como consecuencia de un modo renovado de plantear la investigación en la historia de la lengua española.
En este breve escrito nos referiremos, en primer lugar y sucintamente, a la historia de este plan de investigación y a qué tiene que ver con el desarrollo de la historiografía lingüística. En segundo lugar, después de exponer brevemente lo que es común a este tomo y a los anteriores, querríamos comentar algunas peculiaridades del tomo V de la Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español.
2. La historia de BICRES: de una nueva forma de abordar la historia del español a la historiografía lingüística
En 1966 presentó Hans-J. Niederehe su tesis doctoral en la Universidad de Hamburgo. Su investigación se titulaba Straße und Weg in der galloromanischen Toponomastik y se publicó en 1967. La obra se reseñó enseguida en castellano, en 1968. Nos dice el reseñante:
Esta obra, que se ocupa de "carreteras y caminos en la toponimia galorromana", estudia las designaciones […] que se daban a las carreteras romanas, así como las formas que las continúan o las creaciones posteriores plasmadas conforme a su modelo, y sus reflejos en la toponimia, en los nombres de lugares o de comarcas. […] El libro es muy acertado y fue elaborado con verdadero sentido crítico. Combina los métodos históricos y geográficos de la lexicología con el método de 'cosas y palabras' y llega a interesantes e importantes resultados... (Revista del Instituto Caro y Cuervo nº 23-1, 105-107.)
En 1973 defendió el Prof. Niederehe su trabajo de habilitación con el título Die Sprachauffassung Alfons des Weisen. Studien zur Sprach- und Wissenschaftsgeschichte. La obra se publicó en 1975. Como en el caso anterior, al año siguiente ya se había reseñado en español y se señala con precisión el objetivo del libro: "La investigación del modo como Alfonso el Sabio entendía la lengua y su práctica para poder determinar en qué consistió su acción histórica sobre el castellano".
Niederehe trata muchos temas en su libro sobre el rey Alfonso: la naturaleza de la lengua como vehículo de comunicación de conocimientos; la elección del castellano por motivos prácticos para el desarrollo de su obra; la claridad como núcleo del criterio normativo de Alfonso; el papel del Rey Sabio como impulsor de trabajos colectivos y un largo etcétera. La obra se tradujo al español en 1987 bajo el título Alfonso X el Sabio y la lingüística de su tiempo.
Entre los dos títulos que hemos comentado hay una diferencia esencial en la que me quiero detener. Mientras que en la primera de las publicaciones que he citado, la agudeza del investigador destaca en el marco de una metodología más bien tradicional, en el segundo caso nos encontramos con un planteamiento que supuso entonces un enfoque nuevo y distinto. Este enfoque puede resumirse con el siguiente enunciado: "una determinada concepción de la lengua influye en la praxis lingüística y pone en marcha ciertos cambios".
Este enunciado, aparentemente sencillo, desencadena, sin embargo, todo un nuevo programa de investigación que se desvía del camino trazado por las metodologías hasta entonces imperantes. La historia de la lengua se transforma en una disciplina distinta, con nuevos objetivos, nuevos problemas y nuevos métodos. Comprender la historia de una lengua exige ahora entender las distintas concepciones históricas del idioma. Y para entender estas concepciones es necesario investigar de un modo exhaustivo los materiales en los que la lengua adquiere el papel de lengua objeto o de metalengua en el marco de una reflexión sobre el lenguaje o la lengua.
El proyecto del Prof. Niederehe es un programa de trabajo que reorienta la investigación histórica sobre el español hacia el estudio de las ideas lingüísticas, hacia la concepción del lenguaje y de la lengua que, en cada momento histórico, se pone de manifiesto en una comunidad lingüística.
La primera tarea, claro está, es delimitar con claridad el corpus completo de materiales, tan rico como extenso y diverso, que ha de nutrir la investigación desde este renovado punto de vista.
Una breve publicación en una revista hoy prestigiosísima, entonces casi recién fundada, Historiographia Linguistica, da testimonio de que el Prof. Niederehe se puso manos a la obra en seguida, en 1979. Así se titula el artículo que encontramos en el número de la revista de ese año: "Bibliografía cronológica de la historia, de la gramática y de la lexicografía del español (BICRES). Notificación de un proyecto".
En ese sentido se entiende aquí "lingüística": ideas sobre el lenguaje, sobre las lenguas y, sobre todo, sobre la propia lengua. Ideas, planteamientos generales, concepciones que se plasman en gramáticas, repertorios lexicográficos, manuales de estilo y obras de otros tipos. En su gestación y desarrollo histórico, "lingüística" no son solo teorías lingüísticas o gramaticales, en el sentido de amagos arcaicos de desarrollos de un saber planteados de un modo más o menos general y formalizable. Son las concepciones sobre el lenguaje, vistas en el contexto histórico y cultural en el que esas ideas, teorías y realizaciones toman cuerpo. Todas esas concepciones y el modo en el que las ideas sobre la propia lengua la transforman en el tiempo configuran el nuevo campo de investigación.
Son, en fin, fuentes de la investigación todos los materiales en los que el español es lengua objeto o metalengua. Y surge así con toda su fuerza la enorme dimensión geográfica de la lengua española: su papel histórico de lingua franca en la Península, primero, y después en Europa, en América y en Filipinas. Una lengua que crece por dentro y por fuera, al mismo tiempo que por la acción de compatriotas y amantes de nuestra lengua, diseminados por todo el mundo, sirve como instrumento para la descripción de otras muchas lenguas que, paradójicamente, deben a lingüistas del español su primera codificación y, en algunos casos, más que probablemente, su pervivencia hoy.
Es verdad que no es este el único camino por el que la historiografía lingüística se configura como disciplina en el panorama actual de investigación y delimita sus tareas (Esparza 1997). Es solo uno de los puntos de vista, una de las corrientes que confluyen en el proceso de configuración. Pero este es el programa de investigación que el Prof. Niederehe propone y desarrolla de manera paciente, sistemática, cooperativa y fructífera a partir de finales de los años setenta y primeros de los ochenta.
Por eso emprendió la empresa de reunir los datos ofrecidos en los estudios historiográficos modernos con los que brindó en su tiempo el Conde de la Viñaza, autor de la Biblioteca histórica de la Filología Castellana, y de describir, del modo más completo y fidedigno posible, los manuscritos, libros y estudios de índole lingüística en los que el español aparece como lengua objeto de la descripción lingüística o como metalengua. Y los resultados de esta investigación han sido aprovechados por el conjunto de los investigadores que, aunque sea desde otras perspectivas, han hecho suyo el punto de vista histórico como método de trabajo.
Para ello, además de la investigación bibliográfica propiamente dicha, unida a la delimitación de los materiales, tuvo que diseñar los procedimientos informáticos necesarios para tratar y almacenar la información, en unos años en los que el ordenador de su Universidad de Tréveris no era precisamente un equipo portátil, sino todo un edificio.
El esfuerzo de veintitantos años de trabajo fue dando su fruto editorial a partir de 1995, con la publicación de BICRES I, desde los principios hasta el año 1600. Siguieron BICRES II, desde 1601 hasta el año 1700, en 1999, y BICRES III, desde 1701 hasta el año 1800, en 2005. Entre los tres tomos suman 3810 registros de bibliografía primaria.
Más adelante, investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos hemos tenido el honor de ayudarle a poner punto final a su trabajo, con la publicación, en 2012 y 2015, de dos nuevos volúmenes, BICRES IV y BICRES V, que recogen la producción lingüística del siglo XIX. BICRES I contiene 985 registros; BICRES II, 1275; BICRES III, 1550; y, finalmente, BICRES IV, ofrece información acerca de 3279 obras. BICRES V abarca la lingüística española desde 1861 hasta 1899 inclusive y describe 5272 obras, de las que han podido inspeccionarse personalmente casi un 50%.
3. BICRES V: aspectos técnicos
3.1 La base de datos y la ficha bibliográfica
BICRES V se ha elaborado de acuerdo con el mismo criterio que BICRES IV. En este sentido, lo que vamos a explicar aquí es lo mismo que ya se expuso en Esparza 2012. La base de datos BICRES adopta para la presentación de la información bibliográfica la estructura elaborada por el Prof. Niederehe para los anteriores volúmenes, con ligeros cambios de diseño. El Prof. Niederehe ha colaborado con nosotros desde que, de acuerdo con él, planeamos continuar este trabajo de la única manera que era posible, es decir: trabajando en equipo.
La única particularidad es la adaptación de la base al trabajo online para facilitar la investigación simultánea de los miembros del equipo en las distintas bibliotecas. Los investigadores se conectan a una dirección IP que da acceso a los archivos de BICRES (Bicres, Autores, Editorial) y pueden trabajar en modo remoto, bien sirviéndose de la aplicación FileMaker, bien de un navegador cualquiera. Las tres presentaciones que ofrece la base de datos son InfoLibro, InfoContenido e InfoImpresión.
La ficha bibliográfica hace una distinción sistemática entre ‘cita’ y ‘comentario’; la cita transcribe el texto que aparece en la portada del libro (aquí ya no hay colofón que transcribir, como en los anteriores volúmenes); el resto constituye el comentario.
El texto de la portada se cita en su totalidad, por lo que es necesario inspeccionar la obra —aunque ello no es posible en todos los casos—; solo se omiten los elementos gráficos (orlas, viñetas, marcas de impresor, etc.). En cualquier caso, esta omisión queda recogida en un comentario ofrecido entre ángulos (‹ ›). Para la transcripción (es decir, la ‘cita’), debido a diferentes motivos técnicos, se usa una única una caja de imprenta, a la que se reduce toda la diversidad de caracteres empleados por el impresor o impresores del libro descrito.
Para otras especificidades tipográficas (uso de ‘ß’ o ‘&’, uso de mayúsculas, por ejemplo) se sigue el criterio empleado en la publicación de las anteriores entregas de BICRES.
El resto del artículo bibliográfico, como he dicho, constituye el ‘comentario’, de modo que el nombre del autor, el lugar de publicación, la editorial (o el impresor) y otros datos relevantes se indican de forma estandarizada y, en consecuencia, mejor adaptada a un tratamiento informatizado. Lo mismo sucede con el tratamiento de las obras anónimas, de la foliación (en su caso), de la fuente bibliográfica y del paradero.
Todos los artículos bibliográficos llevan un número identificador o de registro. Irá indicado al final del comentario, precedido de la palabra clave “NumId”, que es el que nos permite identificar el registro en la base de datos.
3.2 Localización y control de registros
Los registros que almacenaba al comienzo del proyecto nuestra base de datos procedían de las referencias extraídas de la Biblioteca histórica de Viñaza, de las obras citadas en los estudios reseñados en la Bibliografía Temática de Historiografía Lingüística Española y de otras bibliografías recientes.
Con ese material inicial, hemos procedido al examen exhaustivo de catálogos colectivos (CCPB, Rebiun, WorldCat) y, sobre todo, de los catálogos de muchísimas bibliotecas de todo el mundo hasta que hemos podido dar con un paradero “razonable” (o sea, que realmente se pueda consultar) de la mayoría de las ediciones que teníamos registradas. De esta manera, al mismo tiempo que íbamos completando las informaciones que ya teníamos, hemos podido ir añadiendo, poco a poco, nuevas fichas de los mismos autores y de otros muchos, a medida que nos íbamos topando con autores, obras o ediciones que no constaban en nuestro fichero.
El acopio de informaciones bibliográficas extraídas de catálogos de bibliotecas, catálogos colectivos y bibliografías, sin la posibilidad de controlar los ejemplares, tiene como consecuencia inevitable la aparición de duplicidades (o “multiplicidades”) que pueden provocar, si no se detectan, auténticos fantasmas bibliográficos. Por otra parte, si se es demasiado ligero a la hora de eliminar posibles duplicidades y desechar fichas bibliográficas, solo por la mera sospecha, es fácil eliminar ediciones que sí existieron.
En definitiva, a veces estos problemas solo pueden resolverse con la inspección personal de una cantidad notable de libros. Nuestro trabajo de control de los ejemplares se ha centrado en las siguientes bibliotecas: Biblioteca Nacional de España, Bibliothèque Nationale de France, Biblioteca de la Real Academia Española, Biblioteca de Cataluña, Biblioteca Pública Episcopal del Seminario de Barcelona, British Library, Bodleian Library, Herzog August Bibliothek, Bayerische Staatsbibliothek, Biblioteca de la UniverSidad Complutense de Madrid y Biblioteca de la Universidad de Santiago de Compostela. Hay algunas otras bibliotecas que también hemos consultado, pero ha sido el examen de los ejemplares guardados en las antes citadas lo que ha supuesto un importante salto cualitativo en el porcentaje de control de los materiales contenidos en nuestra base de datos.
3.3 Procedimiento de control
La única y necesaria novedad en el caso del cuarto tomo de BICRES es que los investigadores han trabajado siempre conectándose vía web o vía fmnet a los mismos archivos (nuestras bases de datos), alojados en un servidor que físicamente se halla en el Departamento de Ciencias de la Educación, el Lenguaje, la Cultura y las Artes de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Otra copia de control ha estado funcionando durante todo este tiempo en Tréveris. Gracias a este procedimiento, con un control doble sobre cada estado de la base de datos a medida que avanzaba la investigación, se ha intentado también moderar las lógicas diferencias en el modo de trabajar de cada uno de los investigadores que han intervenido en este proyecto, con el fin de que el nuevo volumen conservase el mismo estilo que ha caracterizado a las distintas entregas de BICRES.
3.4 Exportación de datos
La base de datos que hemos construido, con la programación adecuada, genera de manera prácticamente automática el layout final de imprenta. Para ello se exporta un cálculo cuyo resultado es texto con marcas de formato. A través de procedimientos estandarizados de búsqueda y reemplazo ejecutables en programas de tratamiento de textos se obtiene ese layout final.
4. Algunas peculiaridades de BICRES V
4.1 La Bibliografía I
Resumimos, solo en un par de líneas, cuáles han sido las cifras en el momento en que pusimos punto final al proyecto. Porque a través de las cifras se explica una pequeña diferencia entre las dos bibliografías.
Nuestra base de datos contiene 5280 referencias bibliográficas que corresponden a otras tantas ediciones del periodo objeto de estudio, 1861-1899. De estas, hemos podido inspeccionar personalmente 2300, es decir, cerca del 45% de las ediciones. En BICRES IV nuestro porcentaje de control alcanzaba el 70%. Esto se debe al trabajo de recopilación y organización de fichas que ha habido que realizar, pues el número total de registros supera en casi 2000 al que ofrece BICRES IV. El aumento de la producción editorial en el periodo es más que notable
Como es obvio, en el trabajo realizado para alcanzar esa cifra, ha sido necesario comprobar miles de referencias bibliográficas y ver centenares de ediciones. Sabíamos de sobra que comprobar todo personalmente nos iba a resultar imposible por motivos evidentes, no solo de tiempo o económicos, sino, porque, en muchos casos, no es posible llegar a averiguar el paradero de algunas de las obras que tenemos registradas. Y no hace falta decir que sabemos que existieron obras de las que no tenemos hoy por desgracia información o, al menos, nosotros, desde aquí, no hemos podido descubrir nada sobre ellas.
A lo largo de estos años, muchas veces nos hemos encontrado con informaciones duplicadas que ha sido necesario unificar y, por el contrario, con obras que constaban como idénticas pero que, en realidad, resultaron ser diferentes. No pocas obras que aparentemente interesaban, una vez examinadas, fueron descartadas por carecer de interés para nuestros objetivos. En los casos de obras de varios volúmenes, con frecuencia, un solo título ha consumido el trabajo de un día entero.
Una pregunta que uno podría plantearse es por qué la bibliografía no termina en 1900 en vez de en 1899. La respuesta no tiene que ver solo con la fecha como hito que marca del cambio de siglo, sino con una práctica muy curiosa. En los catálogos de muchas bibliotecas la fecha 1900 sirve de cajón de sastre para datar de manera aproximada obras de comienzos del XX —a veces de finales del XIX— editadas sin fecha. Nosotros nos hemos centrado en rescatar algunas ediciones que hemos podido datar en los años anteriores, pero no teníamos tiempo para enfrentarnos con el conjunto de obras fechas en 1900 y que son de hasta 30 después de esa fecha.
4.2 La Bibliografía II
En ninguno de los tomos anteriores de BICRES la Bibliografía II, que recoge las fuentes bibliográficas consultadas, tenía el objetivo de ofrecer un elenco bibliográfico completo de las publicaciones relevantes para el estudio de los títulos incorporados a la Bibliografía cronológica.
Pues bien, en el caso de este tomo, hay que tener en cuenta este hecho con más motivo. Por razones prácticas y de procedimiento hemos sido extraordinariamente parcos en el número de informaciones introducidas en el apartado "fuente bibliográfica" en la elaboración de este nuevo tomo de BICRES.
Las razones prácticas tienen que ver, ante todo, con la conveniencia editorial de que todo el material bibliográfico correspondiente al período 1861-1899 pudiera presentarse en un solo volumen.
Las razones de procedimiento remiten a la conveniencia de prestar mayor atención al estudio de tantos catálogos informatizados de bibliotecas y centros de investigación, cada vez más numerosos y mejor hechos, que antes no existían o no se podían consultar adecuadamente y ahora, sin embargo, sí.
Nuestras fuentes bibliográficas principales han sido, por lo general, esos catálogos, de los que hemos ido extrayendo información una y otra vez, para compararla con la de otros en una labor de escrutinio que no ha terminado hasta el momento de elaborar el layout definitivo de esta nueva entrega de BICRES. En este sentido, BICRES V sí que es algo diferente de los anteriores tomos, especialmente, de los tres primeros.
En definitiva, las pocas referencias bibliográficas citadas en la Bibliografía II ni son todas las que hemos empleado para nuestra investigación ni son, en absoluto, las que convendrían para estudiar muchas de las obras citadas, sino solo las que inexcusablemente debían quedar citadas, porque hay referencia a ellas en el apartado fuente bibliográfica de la Bibliografía I.
Nadie debe pensar que nosotros consideramos que esas fuentes hacen justicia a la investigación realizada en la lingüística española del XIX. Ha sido solo una manera de conseguir lo imposible: reunir todo el material en un único volumen, manteniendo los índices en su integridad, porque son absolutamente. necesarios.
5. Los centros de producción editorial
El aumento de la producción editorial se puede comparar con los resultados de unas calas en los centros de producción. Si nos fijamos en España y añadimos los resultados de dos grandes focos del periodo 1801-1860 (París y Londres) obtenemos estos resultados:
Haz clic aquí para editar.
Madrid aumenta su hegemonía, Valencia y Londres decaen en el último periodo.
No hace falta decir que es seguro, y probablemente inevitable, que en los tomos anteriores de BICRES hubiera omisiones, como los habrá en el recién aparecido, y que los números de ediciones que facilitamos son orientaciones aproximadas basadas en los datos que tenemos, y no cifras inamovibles.
Interesaba señalar aquí la dificultad añadida que supone para la inspección personal de los ejemplares no solo el aumento, sino la dispersión de la producción editorial. Ciertamente, una cosa es el número de ediciones y otra la relevancia que, en el contexto de la historia de la lingüística española, puedan tener las obras publicadas en uno u otro lugar.
No hace falta decir que es seguro, y probablemente inevitable, que en los tomos anteriores de BICRES hubiera omisiones, como los habrá en el recién aparecido, y que los números de ediciones que facilitamos son orientaciones aproximadas basadas en los datos que tenemos, y no cifras inamovibles.
Interesaba señalar aquí la dificultad añadida que supone para la inspección personal de los ejemplares no solo el aumento, sino la dispersión de la producción editorial. Ciertamente, una cosa es el número de ediciones y otra la relevancia que, en el contexto de la historia de la lingüística española, puedan tener las obras publicadas en uno u otro lugar.
En el periodo estudiado en BICRES IV llamaba la atención la irrupción de los Estados Unidos de América como nuevo centro de actividad editorial en el ámbito de la lingüística española. Esa tónica se mantiene en el periodo 1861-1899, pero vemos que la producción se concentra en Nueva York, Boston se mantiene y Filadelfia casi desaparece.
¿Y en Hispanoamérica? Veamos algunos datos:
¿Y en Hispanoamérica? Veamos algunos datos:
Tenemos la seguridad de que hay mucho todavía que encontrar y mucho por saber de las obras que se publicaron en Centroamérica y en América del Sur y que la investigación y la labor de catalogación que nos acerque a un conocimiento más exacto de la producción en cada país dependerá del trabajo investigador que se haga en cada zona concreta. Queda claro que en el periodo que abarca BICRES V algo ha cambiado de manera sustancial. He aquí una tarea pendiente que es imposible de llevar a término sin la colaboración de los investigadores de cada país.
Bibliografía
Battaner Moro, Elena & Esparza Torres, Miguel Ángel. 2017. "Herramientas digitales e información bibliográfica especializada en áreas científicas: los proyectos BICRES y BiTe en la Historiografía Lingüística Española". En Nuria Rodríguez Ortega (ed.), III Congreso de la Sociedad Internacional Humanidades Digitales Hispánicas. Sociedades, políticas, saberes. Málaga. 82-85.
Esparza Torres, Miguel Ángel. 1997. “Tareas de la historiografía lingüística”. En: María do Carmo Henríquez Salido & Miguel Ángel Esparza Torres (eds.) Estudios de lingüística. Vigo: Departamento de Filología Española, 69-86.
Esparza Torres, Miguel Ángel. 2006. “Sobre metalenguaje e historiografía lingüística”. En: Ramón González Ruiz & Manuel Casado Velarde & Miguel Ángel Esparza Torres (eds.), Discurso, lengua y metalenguaje: Balance y perspectivas, 63-87. Hamburg: Helmut Buske Verlag.
Esparza Torres, Miguel Ángel. 2009. “La gramática española del siglo XIX: estado actual de la investigación y perspectivas.”. En: Revista Internacional de Lingüística Iberoamericana (RILI) 7.1 (13), 11-40.
Esparza Torres, Miguel Ángel. 2012. “BICRES IV (1801-1860): balance de un proyecto”. En: Battaner, Elena et al. (eds.), Historiografía Lingüística: líneas actuales de investigación. Münster: Nodus Publikationen, I, 79-100.
Esparza Torres, Miguel Ángel. 2014. “La lingüística española desde 1801 hasta 1860: comentarios sobre reseñas y adenda a BICRES IV”. En: Beiträge zur Geschichte der Sprachwissenschaft 24-2, 283-302.
Esparza Torres, Miguel Ángel. 2016. "Laudatio académica del profesor Hans-J. Niederehe." En: Boletín de la Sociedad Española de Historiografía Lingüística 10, 13-20.
Esparza Torres, Miguel Ángel & Niederehe, Hans-J. 2012. Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (BICRES IV). Desde el año 1801 hasta el año 1860. (= Studies in the History of the Language Sciences; 118). Amsterdam / Philadelphia: John Benjamins.
Esparza Torres, Miguel Ángel & Niederehe, Hans-J. 2015. Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (BICRES V). Desde el año 1861 hasta el año 1899. (= Studies in the History of the Language Sciences; 124). Amsterdam / Philadelphia: John Benjamins.
González Ruiz, Ramón & Casado Velarde, Manuel & Esparza Torres, Miguel Ángel (eds.). 2006. Discurso, lengua y metalenguaje. Balance y perspectivas. (=Romanistik in Geschichte und Gegenwart, Beiheft 15). Hamburg: Helmut Buske Verlag.
Niederehe, Hans-J. 1967. Straße und Weg in der galloromanischen Toponomastik. (Diss. Köln.). Genève: Droz & Paris: Minard
Niederehe, Hans-J. 1975. Die Sprachauffassung Alfons des Weisen. Studien zur Sprach- und Wissenschaftsgeschichte. (= Beihefte zur Zeitschrift für Romanische Philologie; 144.) Tübingen: Niemeyer.
Niederehe, Hans-J. 1979. “Bibliografía cronológica de la historia, de la gramática y de la lexicografía del español (BICRES). Notificación de un proyecto”. En: Historiographia Linguistica 6, 136
Niederehe, Hans-J. 1987. Alfonso X el Sabio y la lingüística de su tiempo. (= Historiografía de la lingüística española.) [Traducción de Niederehe 1975]. Madrid: Sociedad General Española de Librería.
Niederehe, Hans-J. 1994. Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (BICRES) desde los comienzos hasta el año 1600. (= Studies in the History of the Language Sciences, 76). Amsterdam / Philadelphia: John Benjamins.
Niederehe, Hans-J. 1999. Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (BICRES II). Desde el año 1601 hasta el año 1700. (= Studies in the History of the Language Sciences, 91). Amsterdam / Philadelphia: John Benjamins.
Niederehe, Hans-J. 2005. Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (BICRES III). Desde el año 1701 hasta el año 1800. (= Studies in the History of the Language Sciences; 108). Amsterdam / Philadelphia: John Benjamins.
Bibliografía
Battaner Moro, Elena & Esparza Torres, Miguel Ángel. 2017. "Herramientas digitales e información bibliográfica especializada en áreas científicas: los proyectos BICRES y BiTe en la Historiografía Lingüística Española". En Nuria Rodríguez Ortega (ed.), III Congreso de la Sociedad Internacional Humanidades Digitales Hispánicas. Sociedades, políticas, saberes. Málaga. 82-85.
Esparza Torres, Miguel Ángel. 1997. “Tareas de la historiografía lingüística”. En: María do Carmo Henríquez Salido & Miguel Ángel Esparza Torres (eds.) Estudios de lingüística. Vigo: Departamento de Filología Española, 69-86.
Esparza Torres, Miguel Ángel. 2006. “Sobre metalenguaje e historiografía lingüística”. En: Ramón González Ruiz & Manuel Casado Velarde & Miguel Ángel Esparza Torres (eds.), Discurso, lengua y metalenguaje: Balance y perspectivas, 63-87. Hamburg: Helmut Buske Verlag.
Esparza Torres, Miguel Ángel. 2009. “La gramática española del siglo XIX: estado actual de la investigación y perspectivas.”. En: Revista Internacional de Lingüística Iberoamericana (RILI) 7.1 (13), 11-40.
Esparza Torres, Miguel Ángel. 2012. “BICRES IV (1801-1860): balance de un proyecto”. En: Battaner, Elena et al. (eds.), Historiografía Lingüística: líneas actuales de investigación. Münster: Nodus Publikationen, I, 79-100.
Esparza Torres, Miguel Ángel. 2014. “La lingüística española desde 1801 hasta 1860: comentarios sobre reseñas y adenda a BICRES IV”. En: Beiträge zur Geschichte der Sprachwissenschaft 24-2, 283-302.
Esparza Torres, Miguel Ángel. 2016. "Laudatio académica del profesor Hans-J. Niederehe." En: Boletín de la Sociedad Española de Historiografía Lingüística 10, 13-20.
Esparza Torres, Miguel Ángel & Niederehe, Hans-J. 2012. Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (BICRES IV). Desde el año 1801 hasta el año 1860. (= Studies in the History of the Language Sciences; 118). Amsterdam / Philadelphia: John Benjamins.
Esparza Torres, Miguel Ángel & Niederehe, Hans-J. 2015. Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (BICRES V). Desde el año 1861 hasta el año 1899. (= Studies in the History of the Language Sciences; 124). Amsterdam / Philadelphia: John Benjamins.
González Ruiz, Ramón & Casado Velarde, Manuel & Esparza Torres, Miguel Ángel (eds.). 2006. Discurso, lengua y metalenguaje. Balance y perspectivas. (=Romanistik in Geschichte und Gegenwart, Beiheft 15). Hamburg: Helmut Buske Verlag.
Niederehe, Hans-J. 1967. Straße und Weg in der galloromanischen Toponomastik. (Diss. Köln.). Genève: Droz & Paris: Minard
Niederehe, Hans-J. 1975. Die Sprachauffassung Alfons des Weisen. Studien zur Sprach- und Wissenschaftsgeschichte. (= Beihefte zur Zeitschrift für Romanische Philologie; 144.) Tübingen: Niemeyer.
Niederehe, Hans-J. 1979. “Bibliografía cronológica de la historia, de la gramática y de la lexicografía del español (BICRES). Notificación de un proyecto”. En: Historiographia Linguistica 6, 136
Niederehe, Hans-J. 1987. Alfonso X el Sabio y la lingüística de su tiempo. (= Historiografía de la lingüística española.) [Traducción de Niederehe 1975]. Madrid: Sociedad General Española de Librería.
Niederehe, Hans-J. 1994. Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (BICRES) desde los comienzos hasta el año 1600. (= Studies in the History of the Language Sciences, 76). Amsterdam / Philadelphia: John Benjamins.
Niederehe, Hans-J. 1999. Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (BICRES II). Desde el año 1601 hasta el año 1700. (= Studies in the History of the Language Sciences, 91). Amsterdam / Philadelphia: John Benjamins.
Niederehe, Hans-J. 2005. Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español (BICRES III). Desde el año 1701 hasta el año 1800. (= Studies in the History of the Language Sciences; 108). Amsterdam / Philadelphia: John Benjamins.